Tras el verano, llega el momento de reconectar con los hábitos que nos hacen bien, recuperar el ritmo y volver a sentirnos en sintonía con nuestro cuerpo. En ese contexto, Orangetheory México presenta una propuesta inédita: un espacio creado exclusivamente para entrenar la fuerza.
El próximo 24 de septiembre, Orangetheory México celebrará la apertura oficial de su primer salón de fuerza, ubicado en Samara Satélite. Este espacio es único en toda la red global de la marca y representa un paso decisivo en la evolución de Orangetheory en México y Latinoamérica.
A diferencia del modelo tradicional de sesiones mixtas de cardio y resistencia, este nuevo studio está diseñado 100% para el desarrollo de fuerza. Cada clase se construye alrededor de la activación muscular, la mejora del rendimiento físico y la conexión con la estabilidad interna, siempre de la mano de coaches certificados, equipamiento especializado y tecnología que mide el desempeño en tiempo real.
“Hoy, más que nunca, las personas buscan sentirse fuertes, no solo verse bien. La fuerza es una forma de autocuidado: es saber que puedes con tu cuerpo, con tu día, con tu vida. Por eso decidimos abrir un espacio pensado totalmente para desarrollarla”, asegura Maricela Hernández, franquiciataria de Orangetheory en México.
Más que un entrenamiento, este nuevo formato propone una experiencia inmersiva y consciente, que invita a entrenar con intención. No se trata de exigirse más, sino de entrenar mejor: con enfoque, con propósito, con presencia.
La fuerza también se vive en comunidad. Así lo comparte Isabel Méndez, miembro de Orangetheory: “Empecé buscando mejorar mi salud. Terminé descubriendo una pasión por entrenar, una comunidad increíble y una nueva versión de mí misma que no conocía… y no quiero soltar”.
Ubicado dentro de Samara Satélite, este nuevo salón reafirma que el bienestar es algo más que actividad física: es reconexión personal. No se trata de exigirse más, sino de entrenar mejor. Más enfocado. Más presente.
El salón de fuerza de Orangetheory en Samara Satélite no es una moda. Es una invitación: a construir desde dentro, con la fuerza como punto de partida.