Cinco razones para reconectarte con lo esencial rodeado de naturaleza, sabores auténticos y momentos que inspiran.
Verano en Valle de Bravo es sinónimo de cielos y aire puro con paisajes que invitan a reconectar con la naturaleza. Entre montañas, bosque y lago, este destino se transforma en el escenario perfecto para una escapada que equilibra aventura y bienestar.
Desde El Santuario Valle de Bravo, compartimos cinco planes que no pueden faltar en tus vacaciones de verano:
Navegar al atardecer en el lago. Embárcate en un paseo en velero o pontón, mientras el sol se esconde entre las montañas. Los reflejos sobre el agua y los colores del cielo regalan una postal natural única de Valle.
Trekking acuático. Explora rutas entre pinos, cascadas y vistas panorámicas. Hay circuitos para todos los niveles, y la sensación de libertad en medio del bosque es incomparable, donde podrás atravesar ríos y cascadas.
Sesión de yoga frente al lago. Conéctate contigo mismo en una clase de yoga o meditación guiada, con el sonido de la naturaleza con las aves como telón de fondo. Un momento de renovación total para el cuerpo y mente.
Gastronomía con alma local. En El Santuario, la experiencia culinaria se vive al aire libre, con productos locales, ingredientes frescos y técnicas de alta cocina. El maridaje con bebidas artesanales completa esta experiencia sensorial.
Descubrir el centro y su encanto artesanal. Pasea por calles empedradas, visita galerías, prueba un café de la región y encuentra piezas únicas de cerámica, textiles y arte local que celebran el talento vallesano.
Este verano, date el regalo de una escapada que lo tiene todo: aventura, calma y naturaleza en su máxima expresión.