En un mundo donde todo parece arrancar el 1 de enero, agosto se asoma como un mes sin presión, sin expectativas… pero lleno de potencial. Con la calma que le sigue a las vacaciones y el regreso suave a la rutina, se convierte en un espacio ideal para pensar: ¿cómo quiero cerrar este año? ¿En quién quiero convertirme?
Cada vez más personas están adoptando una nueva visión del bienestar: no como una exigencia, sino como un acompañamiento. Una forma de regresar a ti, sin culpa, sin castigo, sin deber. Y eso hace de agosto una oportunidad sutil, poderosa y personal.
En los últimos años, la conversación alrededor del movimiento y la salud ha cambiado. Según el Instituto Mexicano de Salud Pública, el 76% de las personas adultas en zonas urbanas desea implementar hábitos de salud sostenibles, pero lo intentan desde lugares de presión o cansancio. La clave está en elegir el momento adecuado y para muchas personas, ese momento es ahora.
“Agosto tiene una energía distinta. No está cargado de promesas como enero, ni saturado de expectativas. Es más honesto”, explica Clemente Cabello CEO de Orangetheory México. “Muchos de nuestros miembros llegan justo ahora porque sienten que pueden empezar sin tener que demostrar nada a nadie”.
Ese enfoque personal también se refleja en las nuevas formas de entrenar: con acompañamiento profesional, formatos adaptables, tecnología que ayuda a ver los avances sin obsesiones, y sobre todo, ambientes que celebran el proceso por encima del resultado.
“Yo siempre les digo a mis alumnas: la meta no es cambiarte, es acompañarte”, comparte Tere Johnston, head coach de Orangethery Fitness. “A veces ese paso empieza con algo tan simple como poner una hora en el calendario solo para ti”.
Hoy, más personas están dejando de ver el bienestar como una carrera de inicio de año, y comienzan a habitarlo como un camino no lineal, donde cualquier mes, cualquier lunes, cualquier agosto, puede ser el comienzo.